DESCRIPCIÓN

Late Harvest, o Vendimia Tardía, es uno de los tesoros de la legendaria región de Tokaj, afamada por la grandeza de sus vinos naturalmente dulces. Se elabora a partir de un coupage de tres variedades húngaras: la furmint, cuya acidez permite el perfecto equilibrio y contrapunto al dulzor; la uva hárslevelű, que añade cremosidad y una textura sedosa; y la sárgamuskotály, que redondea los aromas. Para su elaboración se necesitan racimos en los que al menos la mitad de las bayas sean granos nobles aszú, es decir, afectados por botrytis o podredumbre noble. Por ello, durante la vendimia se realizan varias pasadas al viñedo y solo se recogen aquellos racimos con la mitad de las bayas botritizadas. Tras el despalillado de estos racimos, las uvas maceran entre cuatro y 12 horas y la fermentación se realiza en depósitos de acero inoxidable durante un periodo de 15 a 25 días. Después, el vino envejece dos meses en barricas de roble húngaro de 220 litros llamadas szerednyei, y se refina en botella durante seis meses.

Late Harvest es armonioso, fresco y sedoso. Los aromas florales, mezclados con tonos cítricos, conjugan una nariz elegante y sofisticada, que acompaña a un paladar opulento y persistente.

CICLO DE LA VIÑA

El invierno fue uno de los más suaves de los últimos 10 años, y febrero se mostró excepcionalmente cálido. El período de latencia o reposo fue lluvioso, por lo que el suelo contaba con reservas hídricas. Afortunadamente, no experimentamos temperaturas bajo cero cerca de la brotación, que comenzó temprano, el 2 de abril. El crecimiento se ralentizó debido a la llegada de temperaturas bajas en la segunda quincena de abril. En mayo, sin embargo, las plantas retomaron su ritmo de desarrollo gracias a unas temperaturas superiores a la media y a las precipitaciones. La floración tuvo lugar a finales de mayo, de forma rápida y sin problemas. 

Junio fue lluvioso, con temperaturas suaves. Julio, sin embargo, se mostró excepcionalmente caluroso y seco y el viento sopló con intensidad durante este mes, lo que favoreció la pérdida de agua en las viñas. El envero comenzó temprano, ya el 20 de julio, y agosto, más fresco, ralentizó levemente la maduración.

A partir del 10 de septiembre comenzó a llover, lo que permitió el desarrollo de la botrytis. Entre el 10 de octubre y el 31 de octubre comenzamos a recolectar las bayas de aszú, que en este año contenían una concentración de azúcar suficientemente alta, mientras que la acidez se mantuvo más baja de lo habitual.

CONSERVACIÓN  Y CONSUMO PREFERENTE

Este vino está apto para beber actualmente, y cuenta con un potencial de guarda de más de 5 años si se conserva en óptimas condiciones de temperatura (entre 12 y 14 º C, o entre 54 y 57 ºF) y humedad (60 %). Se aconseja consumir a 8 ºC.